Mathilde
Fotografiar en baja luminosidad es uno de los desafíos más comunes para fotógrafos de boda y evento. He aquí cómo dominar estas situaciones difíciles.
Un objetivo f/1.8 o f/2.8 cambia radicalmente el juego. Permite captar más luz y trabajar con ISO más bajos, preservando la calidad de imagen.
Las cámaras modernas gestionan bien el ruido. No tengáis miedo de subir a 3200 o 6400 ISO si es necesario. Un poco de ruido es mejor que una foto movida.
Podéis bajar hasta 1/60s con estabilización, pero más abajo arriesgáis el desenfoque de movimiento. Para sujetos estáticos, 1/30s puede funcionar con buena técnica.
Flash rebotado en el techo o paredes crea una luz natural. Evitad el flash directo que aplasta el sujeto. Un difusor ayuda también a suavizar la luz.
Posicionad vuestros sujetos cerca de ventanas, bajo lámparas, cerca de velas. Aprovechad cada fuente de luz disponible en lugar de luchar contra la oscuridad.
El formato RAW conserva mucha más información que JPEG. Podéis recuperar sombras y ajustar la exposición en postproducción sin degradar demasiado la imagen.
Visitad los lugares con anticipación. Notad las zonas oscuras, probad vuestros ajustes. Esta preparación os ahorra estrés el día J.
Una vez capturadas vuestras fotos en condiciones difíciles, presentadlas con Pelli en una galería que les haga justicia.